Por: Diana Navarro
El 30 de mayo los colombianos tendremos una responsabilidad social muy importante; es el momento de decidir a conciencia qué clase de gobierno deseamos que nos represente y administre nuestro país.
En mi opinión, es arbitrario decir que no hay un candidato capacitado y preparado para asumir la responsabilidad de ejercer como primer mandatario de este país, agobiado por la desigualdad e indiferencia de las verdaderas problemáticas con las que fácilmente nos encontramos a diario.
Todo ciudadano debería tomar una posición crítica y partidaria, propias de cualquiera que sea su ideología frente a las próximas elecciones, lo único cierto es que así como existen candidatos consientes de lo que realmente necesitamos los colombianos, hay quienes persiguen beneficios propios y no colectivos como debería ser.
La verdad es que me siento indignada, que candidatos como la señora Noemí Sanín estén dentro de la lista que estará el próximo domingo en todas las mesas de votación. Me parece descabellado que esta candidata afirme ser la representación de la mujer colombiana, cuando en nuestro país existen muchas mujeres, que sin decir sus nombres, puedo asegurar tienen un nivel de intelecto y humanidad más elevado. Así que personalmente le pediría que dejara de escudarse en recursos falsos y fuera de contexto.
Por otra parte, es prudente cuestionarse qué grado de importancia tiene para un país, el llevar una sana y respetuosa relación con respecto a los otros países. Me pregunto ¿qué respondería el candidato Juan Manuel Santos? Tal vez lo mismo que si le nombráramos los famosos falsos positivos.
Lo triste es que los colombianos muchas veces no tenemos memoria y nos inclinamos por ciertos personajes, de los cuales no conocemos ni siquiera sus propuestas. Mi objetivo entonces, es invitar a los colombianos a ver con una mirada crítica la realidad que no es ajena para nadie y después si tomar la importante decisión de ejercer el voto.
En mi opinión, es arbitrario decir que no hay un candidato capacitado y preparado para asumir la responsabilidad de ejercer como primer mandatario de este país, agobiado por la desigualdad e indiferencia de las verdaderas problemáticas con las que fácilmente nos encontramos a diario.
Todo ciudadano debería tomar una posición crítica y partidaria, propias de cualquiera que sea su ideología frente a las próximas elecciones, lo único cierto es que así como existen candidatos consientes de lo que realmente necesitamos los colombianos, hay quienes persiguen beneficios propios y no colectivos como debería ser.
La verdad es que me siento indignada, que candidatos como la señora Noemí Sanín estén dentro de la lista que estará el próximo domingo en todas las mesas de votación. Me parece descabellado que esta candidata afirme ser la representación de la mujer colombiana, cuando en nuestro país existen muchas mujeres, que sin decir sus nombres, puedo asegurar tienen un nivel de intelecto y humanidad más elevado. Así que personalmente le pediría que dejara de escudarse en recursos falsos y fuera de contexto.
Por otra parte, es prudente cuestionarse qué grado de importancia tiene para un país, el llevar una sana y respetuosa relación con respecto a los otros países. Me pregunto ¿qué respondería el candidato Juan Manuel Santos? Tal vez lo mismo que si le nombráramos los famosos falsos positivos.
Lo triste es que los colombianos muchas veces no tenemos memoria y nos inclinamos por ciertos personajes, de los cuales no conocemos ni siquiera sus propuestas. Mi objetivo entonces, es invitar a los colombianos a ver con una mirada crítica la realidad que no es ajena para nadie y después si tomar la importante decisión de ejercer el voto.